{"id":1181,"date":"2024-04-17T17:50:13","date_gmt":"2024-04-17T17:50:13","guid":{"rendered":"https:\/\/proteccionpersonal.net\/?p=1181"},"modified":"2024-04-17T17:52:06","modified_gmt":"2024-04-17T17:52:06","slug":"las-armas-del-sexo-supuestamente-debil","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/proteccionpersonal.net\/2024\/04\/las-armas-del-sexo-supuestamente-debil\/","title":{"rendered":"Las armas del sexo (supuestamente) d\u00e9bil"},"content":{"rendered":"<div id=\"ez-toc-container\" class=\"ez-toc-v2_0_65 counter-hierarchy ez-toc-counter ez-toc-grey ez-toc-container-direction\">\n<div class=\"ez-toc-title-container\">\n<p class=\"ez-toc-title \" >Tabla de contenidos<\/p>\n<span class=\"ez-toc-title-toggle\"><a href=\"#\" class=\"ez-toc-pull-right ez-toc-btn ez-toc-btn-xs ez-toc-btn-default ez-toc-toggle\" aria-label=\"Toggle Table of Content\"><span class=\"ez-toc-js-icon-con\"><span class=\"\"><span class=\"eztoc-hide\" style=\"display:none;\">Toggle<\/span><span class=\"ez-toc-icon-toggle-span\"><svg style=\"fill: #999;color:#999\" xmlns=\"http:\/\/www.w3.org\/2000\/svg\" class=\"list-377408\" width=\"20px\" height=\"20px\" viewBox=\"0 0 24 24\" fill=\"none\"><path d=\"M6 6H4v2h2V6zm14 0H8v2h12V6zM4 11h2v2H4v-2zm16 0H8v2h12v-2zM4 16h2v2H4v-2zm16 0H8v2h12v-2z\" fill=\"currentColor\"><\/path><\/svg><svg style=\"fill: #999;color:#999\" class=\"arrow-unsorted-368013\" xmlns=\"http:\/\/www.w3.org\/2000\/svg\" width=\"10px\" height=\"10px\" viewBox=\"0 0 24 24\" version=\"1.2\" baseProfile=\"tiny\"><path d=\"M18.2 9.3l-6.2-6.3-6.2 6.3c-.2.2-.3.4-.3.7s.1.5.3.7c.2.2.4.3.7.3h11c.3 0 .5-.1.7-.3.2-.2.3-.5.3-.7s-.1-.5-.3-.7zM5.8 14.7l6.2 6.3 6.2-6.3c.2-.2.3-.5.3-.7s-.1-.5-.3-.7c-.2-.2-.4-.3-.7-.3h-11c-.3 0-.5.1-.7.3-.2.2-.3.5-.3.7s.1.5.3.7z\"\/><\/svg><\/span><\/span><\/span><\/a><\/span><\/div>\n<nav><ul class='ez-toc-list ez-toc-list-level-1 eztoc-toggle-hide-by-default' ><li class='ez-toc-page-1 ez-toc-heading-level-2'><a class=\"ez-toc-link ez-toc-heading-1\" href=\"https:\/\/proteccionpersonal.net\/2024\/04\/las-armas-del-sexo-supuestamente-debil\/#La_debilidad_del_sexo_supuestamente_debil\" title=\"La debilidad del sexo (supuestamente) d\u00e9bil\">La debilidad del sexo (supuestamente) d\u00e9bil<\/a><\/li><li class='ez-toc-page-1 ez-toc-heading-level-2'><a class=\"ez-toc-link ez-toc-heading-2\" href=\"https:\/\/proteccionpersonal.net\/2024\/04\/las-armas-del-sexo-supuestamente-debil\/#La_fortaleza_del_sexo_supuestamente_debil\" title=\"La fortaleza del sexo (supuestamente) d\u00e9bil\">La fortaleza del sexo (supuestamente) d\u00e9bil<\/a><\/li><li class='ez-toc-page-1 ez-toc-heading-level-2'><a class=\"ez-toc-link ez-toc-heading-3\" href=\"https:\/\/proteccionpersonal.net\/2024\/04\/las-armas-del-sexo-supuestamente-debil\/#Las_armas_del_sexo_supuestamente_debil\" title=\"Las armas del sexo (supuestamente) d\u00e9bil\">Las armas del sexo (supuestamente) d\u00e9bil<\/a><\/li><\/ul><\/nav><\/div>\n\n<p>Marta caminaba con su bolso al hombro, un d\u00eda normal entre muchos otros a no ser por el depredador que comenz\u00f3 a seguirla. La cosa empez\u00f3 con piropos y r\u00e1pidamente escal\u00f3 hasta llegar a intentos de contacto f\u00edsico en los que el sujeto le dec\u00eda que no fuera tan arisca.<\/p>\n\n\n\n<!--more-->\n\n\n\n<p>A Marta se le dispararon todas las alarmas, r\u00e1pidamente abri\u00f3 la distancia y le grit\u00f3 fuerte al desconocido que se alejara. Esperaba que su grito lo apabullara, o al menos llamara la atenci\u00f3n de la gente alrededor.<\/p>\n\n\n\n<p>El grito de leona son\u00f3 duro, pero al depredador no lo impresion\u00f3 y sigui\u00f3 el avance, esta vez tratando de gritar m\u00e1s duro que ella. Era la t\u00e1ctica tristemente c\u00e9lebre en la que el sujeto grita e insulta tratando de hacer creer a los espectadores que se trata de una pelea entre marido y mujer, de esas en las que es mejor no meterse.<\/p>\n\n\n\n<p>No se sabe si fue el miedo o la indignaci\u00f3n de o\u00edr c\u00f3mo el sujeto la insultaba, confiado en que nadie se meter\u00eda y envalentonado por su superioridad f\u00edsica, pero a Marta le sali\u00f3 del alma uno de esos golpes que arrancan cabezas de un tajo. Fue tal el manotazo que al agresor las rodillas se le volvieron gelatina.<\/p>\n\n\n\n<p>El golpe no lo dej\u00f3 KO, de hecho no era la intenci\u00f3n, pero le dio tiempo a Marta de echar a correr y salir del lugar a salvo.<\/p>\n\n\n\n<p>El monitor de escenario dio por finalizado el ejercicio. Marta se recobraba del susto mientras que yo, todav\u00eda aturdido, me quitaba la careta que me proteg\u00eda el rosto en mi rol de agresor. Era la segunda vez en mi vida que me hac\u00edan escupir un pedazo de diente de un tanganazo en un curso de Protecci\u00f3n Personal para Mujeres.<\/p>\n\n\n\n<p>Y todav\u00eda hay ingenuos que piensan en las mujeres como el sexo d\u00e9bil\u2026<\/p>\n\n\n\n<h2 class=\"wp-block-heading\"><span class=\"ez-toc-section\" id=\"La_debilidad_del_sexo_supuestamente_debil\"><\/span><strong>La debilidad del sexo (supuestamente) d\u00e9bil<\/strong><span class=\"ez-toc-section-end\"><\/span><\/h2>\n\n\n\n<p>Puede decirse que tanto atracos como secuestros expr\u00e9s, las dos modalidades m\u00e1s recurrentes del hampa com\u00fan, son delitos \u201cunisex\u201d. Las mismas medidas preventivas y reactivas que funcionan para hombres son \u00fatiles para las mujeres.<\/p>\n\n\n\n<p>No obstante, hay una serie de delitos en los que el g\u00e9nero comienza a ser determinante y sobre los cuales sus v\u00edctimas potenciales, las mujeres, saben poco. Hablamos de agresiones sexuales, acoso, violencia en relaciones de pareja e incluso cruzarse en el camino de psic\u00f3patas sexuales.<\/p>\n\n\n\n<p>P\u00eddale a cualquier mujer que le de recomendaciones de c\u00f3mo prevenir un atraco y le har\u00e1 una lista. Pero haga que identifique los principales rasgos de un acosador violento, o las principales estrategias de un sic\u00f3pata sexual y la manera de desbaratarlas. A menos que ya lo haya vivido, generalmente se encontrar\u00e1 con un silencio.<\/p>\n\n\n\n<p>Es el desconocimiento de estos temas, recurrentes y mucho m\u00e1s traum\u00e1ticos que un robo, lo que vuelve a algunas mujeres v\u00edctimas f\u00e1ciles.<\/p>\n\n\n\n<p>La culpa no la tiene la mujer, sino siglos de condicionamiento machista que terminaron por hacerle creer la idea retardataria de que si es v\u00edctima de una de estas agresiones, se debe a algo que ella provoc\u00f3. Ni provocado ni merecido, la mayor\u00eda cae por desconocimiento. Aqu\u00ed el factor moral juega un rol determinante, dado que los delitos de g\u00e9nero llevan una carga sexual en t\u00e9rminos de agresi\u00f3n, la mayor\u00eda confunde el sexo con erotismo.<\/p>\n\n\n\n<p>Pero la carga sexual en la agresi\u00f3n no cumple ning\u00fan factor er\u00f3tico, es puro y simple ejercicio de poder, humillaci\u00f3n y dominaci\u00f3n. Piense un momento en cu\u00e1l es la peor forma de someter y humillar a una persona y la agresi\u00f3n sexual estar\u00e1 entre las primeras de la lista.<\/p>\n\n\n\n<p>As\u00ed pues, el tema se volvi\u00f3 tab\u00fa. Piense en cu\u00e1ntas familias hablan con sus hijas de 13 a\u00f1os sobre estas cosas. Ir\u00f3nicamente, la probabilidad de que una mujer caiga en mano de uno de estos sujetos comienza a ser latente cuando se inicia la adolescencia.<\/p>\n\n\n\n<p>De hecho, muchos padres crean v\u00edctimas sin saberlo gracias a la mojigater\u00eda. As\u00ed, el tab\u00fa se volvi\u00f3 silencio, el silencio se volvi\u00f3 desconocimiento, el desconocimiento se transform\u00f3 en ignorancia y la ignorancia convierte a la gente en v\u00edctima.<\/p>\n\n\n\n<p><strong>Algunos datos tab\u00fa<\/strong><\/p>\n\n\n\n<ul>\n<li>No existe edad para una agresi\u00f3n sexual. Aunque estad\u00edsticamente el pico de victimizaci\u00f3n es entre 13 y 18 a\u00f1os, no es un asunto de \u201cmuchachos\u201d.<\/li>\n\n\n\n<li>Las agresiones no son exclusivas de estratos socioecon\u00f3micamente pobres. Violaciones, acosos y violencia se dan por igual en c\u00edrculos de gente econ\u00f3micamente sana y profesional. S\u00f3lo se conocen menos porque no se denuncian.<\/li>\n\n\n\n<li>\u00be de los agresores son conocidos de la v\u00edctima, muchos de ellos gozan de cierta confianza y la agresi\u00f3n se da en el marco de una relaci\u00f3n previa. El otro \u00bc proviene de desconocidos, depredadores a la caza o sujetos que se aprovechan como escalada de otro delito que cometen (secuestro e invasi\u00f3n al hogar son los m\u00e1s comunes).<\/li>\n<\/ul>\n\n\n\n<p>La mezcla de tab\u00fa, ignorancia y negaci\u00f3n \u2013 pensar que eso le pasa al otro &#8211; es la primera debilidad del sexo (supuestamente) d\u00e9bil. Para muestra un bot\u00f3n, con mucha frecuencia dictamos charlas a empresas sobre temas como; prevenci\u00f3n de atracos, secuestro expr\u00e9s, seguridad en el hogar y agresiones sexuales, entre otros. Adivine cu\u00e1l es el menos solicitado\u2026<\/p>\n\n\n\n<p>La segunda debilidad del sexo (supuestamente) d\u00e9bil, es creer precisamente que es d\u00e9bil.<\/p>\n\n\n\n<h2 class=\"wp-block-heading\"><span class=\"ez-toc-section\" id=\"La_fortaleza_del_sexo_supuestamente_debil\"><\/span><strong>La fortaleza del sexo (supuestamente) d\u00e9bil<\/strong><span class=\"ez-toc-section-end\"><\/span><\/h2>\n\n\n\n<p>Vivimos en una sociedad de machos, pero ir\u00f3nicamente matriarcal hasta l\u00edmites extremos. A\u00fan as\u00ed, en t\u00e9rminos combativos es extra\u00f1o evaluar a hombres y mujeres como pares. Marcadas por su inferioridad de fuerza f\u00edsica, f\u00e1cilmente se confunde la falta de m\u00fasculo con falta de determinaci\u00f3n. Nada m\u00e1s alejado de la realidad.<\/p>\n\n\n\n<p>Uno de los cursos m\u00e1s violentos que tenemos es precisamente el de mujeres, no por lo que ense\u00f1amos sino por los niveles de agresividad y contundencia con los que una mujer enfurecida responde. Y es este nivel de actitud lo que le permite sobrevivir, ya que si existe un escenario de violencia extrema es el que involucra la agresi\u00f3n a una mujer y a veces hay que responde fuego con fuego.<\/p>\n\n\n\n<p>Este nivel de determinaci\u00f3n no se logra de entrada. De hecho, al principio la mayor\u00eda son bastante t\u00edmidas. Pero siempre impresiona ver cuando se rompe el tab\u00fa de \u201clas ni\u00f1as no pegan\u201d y comienza a verse la determinaci\u00f3n femenina que no se apabulla ante un hombre m\u00e1s grande y fuerte, aunque implique aplicar y padecer violencia extrema.<\/p>\n\n\n\n<p>&nbsp; Como decimos en los cursos:<\/p>\n\n\n\n<blockquote class=\"wp-block-quote is-layout-flow wp-block-quote-is-layout-flow\">\n<p>\u201cUna persona capaz de llevar 9 meses de embarazo, soportar m\u00e1s de 8 horas de labor de parto estoicamente, que luego divide su vida en estudios, trabajo y hogar, que rehace la vida luego de un divorcio y lleva a sus hijos a adultos, dif\u00edcilmente es d\u00e9bil\u201d.<\/p>\n<\/blockquote>\n\n\n\n<p>As\u00ed pues, la fortaleza de una mujer en t\u00e9rminos de seguridad es su determinaci\u00f3n y confianza. Eso que se logra cuando se deshace del dogma de que es (supuestamente) d\u00e9bil.<\/p>\n\n\n\n<p>Creer en la eficacia de los recursos propios es una condici\u00f3n imprescindible para sobrevivir a un escenario de violencia extrema. Tanto para detectar la agresi\u00f3n a tiempo como para superar la postcrisis en caso de que llegue a darse. Son precisamente estos recursos propios las armas del sexo (supuestamente) d\u00e9bil.<\/p>\n\n\n\n<h2 class=\"wp-block-heading\"><span class=\"ez-toc-section\" id=\"Las_armas_del_sexo_supuestamente_debil\"><\/span><strong>Las armas del sexo (supuestamente) d\u00e9bil<\/strong><span class=\"ez-toc-section-end\"><\/span><\/h2>\n\n\n\n<p>La naturaleza dot\u00f3 a todos los seres vivos con ciertas capacidades para sobrevivir y nosotros no somos la excepci\u00f3n. Sume a las propias de la condici\u00f3n f\u00edsica aquellas que se adquieren con la experiencia y tendr\u00e1 a una persona en perfecta condici\u00f3n para prevenir y lidiar con estos problemas.<\/p>\n\n\n\n<p>Algunas de estas armas son las siguientes:<\/p>\n\n\n\n<p><strong>Sentido com\u00fan<\/strong><\/p>\n\n\n\n<p>Eran las 2:00 am de un s\u00e1bado cuando el grito de auxilio de Ana despert\u00f3 a la urbanizaci\u00f3n entera, a esa hora solitaria y durmiente. Al asomarnos nos conseguimos con una ni\u00f1a de 18 a\u00f1os trepando el muro de una casa, tratando de huir de 3 sujetos en un taxi.<\/p>\n\n\n\n<p>Los valientes agresores, al ver las luces de las casas vecinas encendi\u00e9ndose y el siempre confiable argumento del arma de fuego con la que se los amenazamos, descubrieron que la privacidad se hab\u00eda perdido, as\u00ed que huyeron. Ana se hab\u00eda salvado por los pelos de una violaci\u00f3n en grupo dentro de un taxi.<\/p>\n\n\n\n<p>La joven hab\u00eda conocido a tres sujetos en una fiesta y hab\u00eda accedido a que la llevaran a su casa. Obviamente el plan del grupo era otro\u2026<\/p>\n\n\n\n<blockquote class=\"wp-block-quote is-layout-flow wp-block-quote-is-layout-flow\">\n<p>Para que una agresi\u00f3n se manifieste hay dos requisitos que deben cumplirse; el agresor debe tener a su v\u00edctima en control y debe operar en un sitio que le garantice privacidad, o que por lo menos nadie se meta.<\/p>\n<\/blockquote>\n\n\n\n<p>Mantener en control a una posible v\u00edctima significa hacer que la persona ceda, obedezca o no se resista a las peticiones o deseos del agresor (ir a un sitio o hacer algo). Piense un momento en la mujer que accede a ir a un sitio \u201cm\u00e1s privado\u201d con una persona que acaba de conocer en una discoteca; una pareja que somete a golpes aprovech\u00e1ndose de la intimidad de la casa; alguien que introduce drogas o alcohol para doblegar la voluntad o un profesor que solicita \u201cun favor\u201d a cambio de mejorar las notas.<\/p>\n\n\n\n<p>Privacidad y control implican que la v\u00edctima debe ser llevada (por propia voluntad o a la fuerza) a esas circunstancias de desventaja. As\u00ed pues, la mejor manera de desbaratar el intento de agresi\u00f3n es evitar ceder esas dos variables a personas que no nos gustan.<\/p>\n\n\n\n<p>Piense un momento \u00bfCu\u00e1ntas veces al d\u00eda se expone a momentos y lugares donde ambas variables est\u00e1n presentes? (estacionamientos, ascensores, escaleras o calles solitarias, por ejemplo) Cuando estas variables aparecen \u00bflas personas con usted son de confianza? (vecinos, compa\u00f1eros de trabajo o estudio, extra\u00f1os) Cuando es llevada a sitios que garanticen esa privacidad \u00bflo hace por voluntad propia o ha cedido sin darse cuenta?<\/p>\n\n\n\n<p>&nbsp; Estacionamientos, terrenos bald\u00edos, construcciones abandonadas&#8230; \u00bfQu\u00e9 tan comunes son estos sitios en su rutina diaria?&nbsp;<\/p>\n\n\n\n<p>La primera arma es el sentido com\u00fan, que le dice cu\u00e1ndo y con qui\u00e9n puede ceder control y permitir privacidad.<\/p>\n\n\n\n<p><strong>Intuici\u00f3n<\/strong><\/p>\n\n\n\n<p>La segunda arma es la intuici\u00f3n, esa que le dice que algo va mal. Venimos dotados con un refinado sistema de detecci\u00f3n de peligros capaz de analizar una enorme cantidad de datos y dar alarmas en fracciones de segundos. El problema es que la mayor\u00eda de los usuarios tienen el sistema pero no leyeron el manual\u2026<\/p>\n\n\n\n<p>Hay una serie de pautas de conducta que le dicen que una persona viene con doble intenci\u00f3n, muchas de ellas se analizan en nuestros cursos pero se pueden resumir en tres caracter\u00edsticas muy particulares:<\/p>\n\n\n\n<ul>\n<li>Trata de llevarla a sitios que garanticen privacidad o se aprovecha de ellos<\/li>\n\n\n\n<li>Conducta fuera de contexto, manipuladora, agresiva o inapropiada para el nivel de confianza que le ha dado<\/li>\n\n\n\n<li>Sordo a la palabra NO<\/li>\n<\/ul>\n\n\n\n<p>Siempre le decimos lo mismo a las personas que asesoramos: los problemas de seguridad son como una bola de nieve, comienzan peque\u00f1os pero si no se detienen a tiempo se vuelven una masa arrolladora e imparable. Cuando estas pautas de conducta se dan, probablemente ya su cerebro le haya dado la se\u00f1al de alarma y exista una orden clara rondando su cabeza: \u00a1Al\u00e9jese de \u00e9l! Lo dif\u00edcil no es recibir la alarma, sino hacerle caso\u2026<\/p>\n\n\n\n<p>Negar el peligro es una de las cosas m\u00e1s absurdas que hacemos las personas, ya que la negaci\u00f3n nos mata tres veces:<\/p>\n\n\n\n<ul>\n<li>La primera vez, cuando nos hace ciegos al peligro.<\/li>\n\n\n\n<li>La segunda vez, cuando nos bloquea. Ese momento en que pasamos de pensar \u201cNo va a pasar\u201d a \u201c\u00a1No puede estarme pasando!\u201d, que nos impide responder.<\/li>\n\n\n\n<li>La tercera vez, cuando nos destruye la autoconfianza, porque debemos vivir con la idea de que sab\u00edamos que iba a pasar, pero no fuimos capaces de hacer algo al respecto.<\/li>\n<\/ul>\n\n\n\n<p><strong>Voluntad de sobrevivir<\/strong><\/p>\n\n\n\n<p>Ana, la joven de nuestra historia, no pesa m\u00e1s de 52 Kg y logr\u00f3 zafarse de hombres de entre 80 kg y 100 kg. \u00bfFue alguna t\u00e9cnica especial de defensa personal que la salv\u00f3? En absoluto, fue su voluntad de sobrevivir que la hizo mantenerse enfocada.<\/p>\n\n\n\n<p>Cuando la auxiliamos nos cont\u00f3 qu\u00e9 hizo: Al darse cuenta de las intenciones del grupo ya era tarde, hab\u00edan entrado a una urbanizaci\u00f3n solitaria y los sujetos se detuvieron a un lado de la v\u00eda oblig\u00e1ndola a bajarse.<\/p>\n\n\n\n<p>No hicieron falta muchas explicaciones, simplemente el l\u00edder comenz\u00f3 bajarse los pantalones mientras los dem\u00e1s re\u00edan. La cara de p\u00e1nico de la muchacha les dijo que no se resistir\u00eda, as\u00ed que los c\u00f3mplices no pusieron mucho de su parte para cerrarle el paso.<\/p>\n\n\n\n<p>Ana estaba petrificada, pero el envi\u00f3n de adrenalina puso en marcha otro plan y el miedo, ese aliado poderoso, ya hab\u00eda decidido que sobrevivir\u00eda al encuentro. Ana comenz\u00f3 a colaborar, pero cuando el l\u00edder con los pantalones abajo se aproxim\u00f3, nuestra muchacha le meti\u00f3 un empuj\u00f3n que lo estrell\u00f3 en el piso. Al mismo tiempo comenz\u00f3 a gritar \u2013 fueron esos gritos los que despertaron a todo el mundo \u2013 mientras corr\u00eda a treparse por el muro de la primera casa que consigui\u00f3 en su carrera, ante el desconcierto de los otros dos c\u00f3mplices que optaron por huir jalando a su jefe.<\/p>\n\n\n\n<p>Sin saberlo, Ana hab\u00eda cumplido con uno de los esquemas t\u00e1cticos que ense\u00f1amos aqu\u00ed para atacar preventivamente:<\/p>\n\n\n\n<ul>\n<li>Aparentar sumisi\u00f3n<\/li>\n\n\n\n<li>Armar un plan de ataque<\/li>\n\n\n\n<li>Elegir el momento<\/li>\n\n\n\n<li>Atacar con fuerza<\/li>\n\n\n\n<li>Correr a un sitio seguro previamente seleccionado y llamar la atenci\u00f3n<\/li>\n<\/ul>\n\n\n\n<p>La determinaci\u00f3n de esta ni\u00f1a de 18 a\u00f1os no vino de un entrenamiento especial o fuerza sobrehumana. Fue la orden que todo su sistema le dio: \u201c\u00a1Sobrevive!\u201d. A\u00f1os de evoluci\u00f3n que confluyeron en segundos de p\u00e1nico y que le permitieron mantenerse enfocada.<\/p>\n\n\n\n<p>La voluntad de imponerse y superar la adversidad es una condici\u00f3n bien reconocida en medios combativos. Basta acercarse a entornos policiales o de fuerzas especiales y esta determinaci\u00f3n siempre ser\u00e1 una caracter\u00edstica personal alabada por todos.<\/p>\n\n\n\n<p><strong>Otras armas que ayudan<\/strong><\/p>\n\n\n\n<p>Las agresiones a mujeres tienen un fuerte componente f\u00edsico que las distingue de otros delitos. Debido a este componente es muy probable un forcejeo.<\/p>\n\n\n\n<p>A pesar de que existen recursos hay que mantener cierta objetividad: la fuerza y el peso influyen en una confrontaci\u00f3n f\u00edsica en la calle. Puede tratar de compensar con t\u00e9cnica lo que la naturaleza le neg\u00f3 en tama\u00f1o y fuerza, pero apenas aparezca otra variable de desventaja &#8211; superioridad num\u00e9rica o armas, por citar algunas \u2013 descubrir\u00e1 que para eso el Hombre invent\u00f3 las armas.<\/p>\n\n\n\n<p>El primer arsenal es evidente: intuici\u00f3n y sentido com\u00fan para no caer en la situaci\u00f3n. Pero si le ocurre \u2013 la mala suerte existe \u2013 tener ayuda adicional no est\u00e1 de m\u00e1s.<\/p>\n\n\n\n<p>\u00bfPortar armas? La idea suena extra\u00f1a y hasta descabellada para una mujer. Lo descabellado es que menos del 2% lleve algo para su defensa personal. Si lo hace el hombre \u00bfQu\u00e9 hace distinta a una mujer, que al fin y al cabo se expone tanto como el en la calle?<\/p>\n\n\n\n<p>Aunque no lo crea, muchas veces nos conseguimos que la negativa de muchas mujeres de portar armas obedece a cierta dosis de machismo \u2013 \u201clas armas son para los hombres\u201d -. Pensar as\u00ed s\u00f3lo ayuda al agresor.<\/p>\n\n\n\n<p>Llevar armas de cualquier clase es una decisi\u00f3n estrictamente personal y no se trata de que lleve encima una escopeta, pero es necesario asimilar la idea de que hay circunstancias donde la violencia es necesaria y moralmente permitida. Y cuando esas circunstancias se dan, gana el que tenga la mejor capacidad de hacer da\u00f1o.<\/p>\n\n\n\n<p>Tanto a hombres como mujeres le recomendamos un equipo b\u00e1sico que deben saber manejar y tener en perfecto estado:<\/p>\n\n\n\n<ul>\n<li>Tel\u00e9fono celular con pilas y saldo a la mano, no en lo profundo de la cartera donde no se consigue mientras corre<\/li>\n\n\n\n<li>Botiqu\u00edn de 1ros auxilios en el carro, concretamente un trauma kit, o una versi\u00f3n compacta en la cartera<\/li>\n\n\n\n<li>Espray irritante en un sitio accesible<\/li>\n\n\n\n<li>Navaja de bolsillo<\/li>\n\n\n\n<li>Arma de fuego (opcional)<\/li>\n<\/ul>\n\n\n\n<p>Puede que no crea que estas cosas sucedan. Pero como dijo Keanu Reeves en la pel\u00edcula Constantine: \u201cNo importa que no creas en el Diablo, porque el Diablo si cree en ti\u2026\u201d.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Marta caminaba con su bolso al hombro, un d\u00eda normal entre muchos otros a no ser por el depredador que comenz\u00f3 a seguirla. 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